El antiguo Egipto vivió un entorno sexual extremadamente liberal y sin tapujos. Conoce el top 5 de las prácticas más extrañas y prohibidas en el antiguo Egipto.
En el antiguo Egipto, los actos sexuales se respetaban de una manera natural y sin tapujos, a tal grado que caían en estas 5 practicas ilegales:
Incesto
Era una forma de preservar la pureza del linaje; no solo era permitido casarse entre hermanos e hijos, sino que también era una practica muy común, tan común que formaba parte de un ritual en las ceremonias de iniciación a la adolescencia.
Poligamia
Culturalmente era normal tener el numero de concubinas que se pudieran mantener, siempre y cuando se respetara la posición de la esposa dentro del núcleo familiar. Ramsés II a sus 91 años tuvo 20 esposas, incontables concubinas y alrededor de 100 hijos.
Voyeurismo
Altos mandos, miembros de la corte y sacerdotes se reunían para formar grandes orgías en donde salían a relucir instintos y fetiches sexuales sin tapujos.
Prostitución
Existían dos ramas en esa profesión: las Kat tahut, que significa vulva, quienes eran completo erotismo, dominaban a la perfección la danza y la música; y las felatrices, quienes eran identificadas por el intenso color de sus labios, tenían un amplio conocimiento y experiencia en la practica de felaciones.
Exhibicionismo
Solían hacer una ceremonia en la que el faraón se masturbaba junto al río Nilo buscando eyacular sobre el río, y cuando lo lograba todos los presentes hacían lo mismo. El fin de la ceremonia era celebrar a Atum, “el que existe por sí mismo”, pues se cuenta que se formó de la nada y al masturbarse salieron los dioses que le ayudaron a gobernar.
Orgías
Era una forma de celebrar a diosas y dioses, quienes sacaban su instinto y se dedicaban a disfrutar durante toda la ceremonia- Al terminar todos seguían sus roles sociales sin juzgar, sin vergüenza, sin arrepentimientos, como si nunca hubiera sucedido nada.
En las festividades dedicadas a la diosa Sejmet Batstet hombres y mujeres subían a un barco que navegaba por el Nilo, hacían música alocada, bebían y tenían mucho sexo, pero al bajar del barco las mujeres cantaban un cántico mucho más conservador mientras los varones desembarcaban.